Regla uno- La vida no es justa, acostúmbrate a ello.Regla dos- Al mundo no le importará tu autoestima. El mundo esperará que logres algo, independientemente de que te sientas bien o no contigo mismo.
Regla tres- No ganarás 5.000 dólares mensuales justo después de haber salido del instituto..
Regla cuatro- Si piensas que tu profesor es duro, espera a que tengas un jefe.
Regla cinco- Dedicarse a voltear hamburguesas no te quita dignidad. Tus abuelos tenían una palabra diferente para describirlo: lo llamaban oportunidad.
Regla seis- Si metes la pata, no es culpa de tus padres, así que no lloriquees por tus errores; aprende de ellos.
Regla siete- Antes de que nacieras, tus padres no eran tan aburridos como son ahora. Comenzaron a serlo cuando tuvieron que pagar tus cuentas, limpiar tu ropa sucia y escucharte hablar acerca de lo super guay que eres y lo carcas que son ellos. Así que antes de emprender tu lucha a favor de las selvas vírgenes contaminadas por la generación de tus padres, inicia el camino limpiando las cosas de tu propia vida, empezando por tu habitación, escritorio, armario y cartera.
Regla ocho- En la escuela pueden haberse eliminado las diferencias entre ganadores y perdedores, pero en la vida real no.
Regla nueve- La vida no se divide en semestres. No tendrás vacaciones de verano largas en lugares lejanos y muy pocos jefes se interesarán en ayudarte a que te encuentres a ti mismo. Todo esto tendrás que hacerlo en tu tiempo libre.
Regla diez- La televisión no es la vida real. En la vida cotidiana, la gente de verdad tiene que salir del café de la película para irse a trabajar.
Regla once- Sé amable con los «NERDS» (los más aplicados de tu clase). Existen muchas probabilidades de que termines trabajando para uno de ellos.
Como ocurre con casi todas las festividades de carácter religioso de nuestro calendario, tenemos que mirar a fiestas paganas para entender por qué celebramos lo que celebramos.
En el caso que nos ocupa, tenemos que mirar a la Roma antigua, a unas celebraciones dedicadas a un fauno. Era la Fiesta de las Lupercales.
Así se llamaban en la antigua Roma a unas fiestas que se celebraban el día 15 de febrero. Fueron instituidas por Evandro el arcadio en honor de Pan Liceo (también llamado Fauno Luperco). En la Roma arcaica se daba un fenómeno religioso: la prostitución sagrada de las mujeres que tenía lugar en el Ara Máxima, todo ello asociado con las fiestas lupercales.
Los lupercos debían ser en su origen adolescentes que sobrevivían de la caza y el merodeo en el bosque durante el tiempo de su iniciación en la edad adulta. Era un tiempo sagrado y transitorio en que se comportaban como lobos humanos.
Se celebraban en la gruta llamada Lupercal, (que más tarde se llamó Ruminal en honor a Remo), situada en el monte Palatino que era el lugar donde la tradición aseguraba que una loba había amamantado a los gemelos Rómulo y Remo. Los festejos estaban dedicados al dios pastoril Luperco, que era una deidad muy antigua de los ítalos.
Comenzaba la fiesta con una ceremonia oficiada por un sacerdote en la que se sacrificaba una cabra. Después, ese mismo sacerdote tocaba la frente de los lupercos con el cuchillo teñido con la sangre del animal y a continuación borraba la mancha con un mechón de lana impregnada en leche del mismo animal. Éste era el momento en que los lupercos prorrumpían en una carcajada de ritual.
A continuación, se formaba una procesión con los lupercos desnudos, que llevaban unas correas (februa) hechas con la piel de la cabra recién inmolada, y con ellas azotaban a las mujeres que encontraban por el camino, como ritual para hacerlas fecundas.
El origen de esta fiesta está en una leyenda según la cual durante el reinado de Rómulo y Remo, las mujeres de Roma quedaron estériles. Se consultó a la diosa Jano, quien respondió diciendo que la solución era ser «fecundadas por un macho cabrío velludo«. Los februa simbolizan el falo, y el acto de golpear con ellos a las mujeres, la fertilización. Para aumentar la misma, algunas mujeres se cubrían de púrpura, que además era el color que representaba a las prostitutas sagradas de los luperci (las lupas o lobas) y ejercían sus actividades en el Ara Máxima. De ahí, el color rojo que caracteriza esta costumbre. Bien es verdad que el rojo es símbolo de pasión amorosa, o simplemente de amor.
Otro de los ritos más esperados de la Lupercalia era la lotería de mujeres. Consistía en introducir en una caja tarjetas con el nombre de las adolescentes y hacer que los muchachos metieran la mano en el cajón y sacaran la tarjeta con el nombre de la que, de ahí en adelante, sería su compañera a lo largo del año. Normalmente esas parejas de prueba terminaban en matrimonio.
En aquel tiempo gobernaba Claudio II, un déspota emperador romano que desató una de las más duras persecuciones contra los cristianos. Claudio sostenía que los cristianos no debían casarse entre sí y decretó que a los que contrajeran matrimonio les correspondería la pena de muerte.
Valentín era un obispo cristiano que casaba a las parejas en secreto. Cuando lo descubrieron, fue detenido, torturado y fue ejecutado el 14 de Febrero.
Esta festividad fue prohibida por el Papa Gelasio I en el año 494, y se sutituyó por la celebración de la Candelaria, que se centraba en la idea de la purificación y obviaba la parte de la fertilidad.
El Papa Gelasio proclamó al mártir cristiano Valentín, el Patrón de los Enamorados y decidió que el 14 de Febrero en lugar de celebrar la Lupercalia se celebrara el día del Amor en honor a Valentín, haciendo una mezcla entre lo pagano y lo cristiano.
La celebración del Día de San Valentín se oficializó en 1969, año en el cual el calendario católico estableció el 14 de febrero como recordatorio del santo.
(Pulsa sobre la imagen para acceder al mapa conceptual)
Los adjetivos son palabras variables que acompañan al nombre y expresan cualidades del nombre. También los adjetivos se utilizan para determinar a los sustantivos a los que acompañan. Por eso, se habla de adjetivos calificativos, en el primer caso, y de determinativos, en el segundo.
Fuente de la imagen
Los nombres suelen ir acompañados de otras palabras que precisan o limitan su significado. La palabra coche puede referirse a cualquier coche; pero si decimos este coche estamos determinando su significado.
Los determinantes son elementos que acompañan al nombre para concretarlo y limitar su significado aportando informaciones como género, número, situación en el espacio, posesión…
Actividades interactivas.
Clasifica los determinantes según sus tipos.
Determinantes demostrativos.
Repertorio de ejercicios (Universidad de la Rioja)
Esquema de la parte del tema 3 que se refiere al texto narrativo:
(Pulsar sobre el esquema para acceder a los enlaces)
Os remito a otra entrada anterior sobre las técnicas de la narración.
En el blog de Felipe Zayas me he topado con esta entrada cargada de ironía, pero que nos hace caer en la cuenta de las potencialidades del libro frente a la era digital.
En este poema, Bécquer suplica a su amada que duerma, porque el sueño de ella le provoca sentimientos de ternura y de cariño. El poeta es capaz de distinguir entre la risa que amenaza y la sonrisa que atrae, entre el hablar y el susurro. Os gustará.
Despierta, tiemblo al mirarte;
dormida, me atrevo a verte;
por eso, alma de mi alma,
yo velo mientras tú duermes.
Despierta, ríes, y al reír tus labios
inquietos me parecen
relámpagos de grana que serpean
sobre un cielo de nieve.
Dormida, los extremos de tu boca
pliega sonrisa leve,
suave como el rastro luminoso
que deja un sol que muere.
¡Duerme!
Despierta, miras y al mirar tus ojos
húmedos resplandecen
como la onda azul en cuya cresta
chispeando el sol hiere.
Al través de tus párpados, dormida,
tranquilo fulgor vierten,
cual derrama de luz, templado rayo,
lámpara transparente.
¡Duerme!
Despierta, hablas y al hablar vibrantes
tus palabras parecen
lluvia de perlas que en dorada copa
se derrama a torrentes.
Dormida, en el murmullo de tu aliento
acompasado y tenue,
escucho yo un poema que mi alma
enamorada entiende.
¡Duerme!
Sobre el corazón la mano
me he puesto porque no suene
su latido y de la noche
turbe la calma solemne.
De tu balcón las persianas
cerré ya porque no entre
el resplandor enojoso
de la aurora y te despierte.
¡Duerme!
Puedes escuchar otras rimas de Bécquer pinchando en este enlace.
María Pizarro me dijo el otro día que si podía poner poemas de Bécquer, que eran sus preferidos. Me ha parecido que este poema define muy bien la poesía del sevillano, un poeta que introduce la poesía moderna en la literatura española, dejando ya atrás la retórica vehemente del Romanticismo.
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres…
¡esas… no volverán!.
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas, cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día…
¡esas… no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido…; desengáñate,
¡así… no te querrán!
Pedro Felipe de la Iglesia tiene esta página que os puede ayudar mucho para resolver dudas de gramática (morfología y sintaxis).
Debéis consultar esta presentación, que hace un recorrido por toda la morfología española. Es muy completa.
Presentación sobre tipos de oraciones.
Realiza el ejercicio que encontrarás en esta página.
Sería muy conveniente que practicarais con los siguientes ejercicios: para identificar elementos sintácticos, pincha aquí; para identificar funciones sintácticas, este documento, o bien este otro.
Identificar complementos del verbo
Más ejercicios sobre los complementos del verbo
También os puede servir mirar aquí para encontrar las pistas básicas que hay que tener en cuenta para analizar oraciones simples.
Una presentación: los complementos oracionales.
Una sencilla receta para analizar oraciones.